jueves, 27 de enero de 2011

Los Roques-Venezuela: Uno De Mis Paraísos Divinos

En 2006 fuí de visita a Caracas, Venezuela, donde vive la parte más importante de mi familia y donde nací.
Mi mamá y yo deseábamos una escapada de chicas, las dos solas, a un lugar especial, y decidimos regalarnos un par de días inolvidables en uno de los paraísos indiscutibles de esta tierra: el Parque Nacional de Los Roques!
Oooohhh siiiiiiii!!!!! Por fiiiiiiiiiiin íbamos a conocer y disfrutar de esa maravilla de la naturaleza! Estábamos como locas de ganas, tantos años vividos en ese país y nunca habíamos tenido la oportunidad, pero ese era el momento perfecto :)
El archipiélago de Los Roques es un conjunto de 50 isletas al norte de Venezuela, para mí de las playas más alucinantes que mis ojos han podido ver jamás.
El Gran Roque es el punto de llegada, el único cayo poblado, donde se encuentran las posadas para alojarse, y lugar de partida a las demás isletas.
Las posadas turísticas son antiguas casas de pescadores, que eran los únicos habitantes del lugar. Con los años algunos de ellos fueron vendiendo algunas de sus casas a los empresarios que obtuvieron los permisos para hacer de estas alojamientos para visitantes, siempre manteniendo el estilo de las casas, lo mejor que ha podido ocurrir en la vida! Así nos han dado la opción de poder disfrutar de tal joya que acoge nuestro planeta.

En vista de que es un lugar al que cuidan con mucho celo y al cual no quieren que vaya todo el mundo tan fácilmente para que no se vuelva una locura, los precios son considerables, pero bueno, es un regalo de un par de días que uno se puede dar si quiere y si ahorra jejeje!
Os digo que es una total experiencia desde el comienzo: como llegar!
En ese momento solo existían dos aerolineas nacionales para ir, y se viaja en aeroplano, sí, de esos de hélices, de capacidad aproximada de 46 personas....allí comienza la aventura jajajaja!
Bueno, con valor e ilusión cogimos nuestro vuelo, muyyyy tempranito por la madrugada y llegamos....sanas y salvas....jajajaja! 
Lo del aterrizaje fue realmente extraordinario, no existe ningún tipo de carretera de asfalto, ni nada que se le parezca, nisiquiera pista de aterrizaje jajaja! Es un espacio mínimo "adecuado" para que lleguen los avioncillos.
Da un poco de nervio ver desde la ventanilla en tierra a un hombre con un chaleco fluorescente guiando al aeroplano para el aterrizaje, pero una vez allí te das cuenta que todo eso vale la pena ;)
Una vez bajamos del avión vimos a varias personas identificadas con los nombres de las posadas que van a recogerte y guiarte hasta la tuya por los caminos de arena, una de las muchas cosas por las que ese lugar es tan especial :)
Nosotras conseguimos hospedarnos en la posada llamada "Las Aves", divina!
Una casa de dos plantas, abierta, toda blanca con azul, con unas vistas excepcionales a la playa! 
Al llegar nos recibieron como en casa, como si fuéramos amigos de toda la vida que volvían a visitarlos, especial :)
Al subir a nuestra habitación casi lloré, que cosa más bonita! Una cama preciosa con mosquitera, la luz que entraba através de la puerta y las ventanas hacía que el ambiente fuera como un sueño, era todo tan romántico y especial que casi casi me enamoré de mi mamá! Jajajaja! 
Cuando fuí a ver el baño me quedé embelesada totalmente, parada allí ante la ducha como 5 minutos viéndola....el techo era el cielo, no había nada más, nada material....Dios, escribiendo esto solo tengo ganas de volver allí ya!!!!
Nuestra posada estaba a orillas de la playa, en donde tenían puestas las mesas que nos servirían para desayunar y cenar, no existen los almuerzos porque esos se hacen en los cayos que visites.
En las posadas te dan cada día una nevera portátil llena con el almuerzo y la bebida para pasar el día en la isleta escogida previamente.
Hay algunos cayos que tienen un chiringuito pero hay paquetes que ya te incluyen la comida.
También incluyen la lancha para transportarte a cada lugar.
Enseguida dejamos las cosas desayunamos y cogimos nuestra lancha hacia uno de los cayos.
Cuando te vas acercando, el viento en la cara, el color del agua, de la arena, y todo, absolutamente todo lo que ves ahí te inspiran a suspirar, cerrar y abrir los ojos para estar seguro que no estas soñando :)
Sientes además una libertad increible, cuando nosotras fuimos, en Mayo, tuvimos la gran suerte de no encontrar mucha gente, era realmente el paraíso....todo para nosotras! Puro relax, kilómetros de mar turquesa, tipo piscina; como me gusta a mí, sin oleaje; la calma, el silencio, el sol, LA VIDA!
Nadar y nadar, tomar el sol, hacer miles de fotos, leer un buen libro, compartir con la fauna que convive contigo allí; los pelicanos, las gaviotas y las lagartijas son tus mejores amigos, jejeje! Yo estaba totalmente extasiada!
Así transcurrió nuestro día, con unas cervecitas de compañeras, hasta que llegó nuestra lancha a buscarnos para volver a la posada.
Una vez allí, y luego de disfrutar de un delicioso baño en la mágica ducha, me fuí a caminar por los alrededores, me acerqué a la iglesia del pueblo que estaba al lado de nuestra posada, una de las cosas más monas que he visto!
Luego caminé hasta una especie de embarcadero lleno de aves y con una puesta de sol cuyos colores jamás podré olvidar....porsupuesto me volví loca haciendo fotos, que aquí comparto, y quiero sobretodo resaltar que los colores de ellas son totalmente naturales y los que apreciaban mis ojos en ese momento, no hay ni una sola foto retocada, en ningún aspecto.....FANTÁSTICO :)
A mi regreso nos esperaba la cena, en nuestra mesita, super mona decorada, a orillas del mar....
Cuando pudimos salir un poco de nuestro éxtasis, mi madre y yo nos fuimos a recorrer la isleta, hasta llegar a lo que es el centro, donde hay algún que otro restaurancillo y barcillo....
Terminamos en uno de ellos bebiendo mojitos, echadas en unos puff a orillas de la playa, con la luna de farol y testigo de una de las noches más especiales compartidas entre nosotras :) 


A la mañana siguiente estábamos listas desde temprano para volver a embarcarnos hacia otro cayo maravilloso.
Otro día de magia, libertad, relax, que nos ofreció ese paraíso :)
Debo decir que se pueden hacer expediciones a más cayos y a la Estación Biológica Dos Mosquises, donde se puede interactuar con tortugas marinas, llamadas carey, y estrellas de mar. 
Ese día al final de la tarde regresábamos a Caracas, sin ningunas ganas de volver tuvimos que decir adiós, pero os puedo jurar que a pesar que fué una escapada tan breve, todavía, al pasar de los años, siento que estuve allí mucho tiempo, y que me llevé de las más increíbles sensaciones que he podido vivir.
Definitivamente, nuestro planeta es alucinante :)


O.C.

2 comentarios:

  1. Que bellooooooooooooo!! la casa se ve muy acogedora, como se llama la posada o la casa??? Quiero ir! Gracias

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  2. Posada Las Aves, te sientes en casa totalmente :)

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