El sábado 6 de Junio llegamos a Helsinki, y con ello al final de nuestro magnífico recorrido por los Países Bálticos, Europa del Norte....
Tantos maravillosos lugares visitados, tantas vivencias, tanto aprendizaje, culturas diversas...antes que nada quiero solo decir que cuando cada uno de vosotros tengais la oportunidad de invertir vuestro dinero en algo, que sea en viajes como estos, es lo que te llevas, es lo que te quedas para el resto de la vida :)
Los cruceros, insisto, muchas veces son la mejor manera de hacerlo, ya veis todo lo que hemos podido conocer através del nuestro y el trato, de reyes ;)Helsinki es una ciudad bastante nueva en comparación del resto, pero no por ello menos interesante, a mi me encantó sobretodo sus hábitos de vida.
Como en San Petersburgo, decidimos coger el tour que nos ofrecía el barco, ya que incluía, a parte del paseo por la capital, una escapada de una hora a un pueblito fantástico llamado Porvoo.Al ser Helsinki una ciudad pequeña y sencilla la veríamos rápido y queríamos aprovechar de conocer más de las afueras, donde se puede ver mucho del estilo de vida de la gente de ese país.
Al bajarnos del barco nos esperaba allí mismo el autobús que nos llevaría al centro, a ver los lugares de mayor relevancia, nuestro guía, un español radicado allí hace muchos años, fué la hostia! Jejeje! Que hombre tan majo y con que cultura! Que gusto haber hecho el tour con él.Pasamos por el Museo de Arte Ateneo, la Plaza del Mercado, La Estación Central de Trenes; una belleza!; el Museo de Historia Natural, la Iglesia Temppeliaukio, hasta llegar a la Plaza del Senado donde se encuentra la Catedral de Helsinki.
Allí nos bajamos y pudimos disfrutar de un mercadillo artesanal de la región que justo estaba en ese momento, que cosas más ricas vendían! Además exponían sus costumbres y productos que siguen haciendo de forma artesanal hoy en día, mágico :)
Luego de estar un rato allí disfrutando de todo eso volvimos a nuestro autobús.
Es una ciudad de calles muy amplias.
Vía Porvoo pudimos apreciar el Museo del Diseño, la Catedral de Uspensky, y todo el precioso paisaje que nos regaló la carretera hacia al pueblo.
De las cosas que más llamaron mi atención de sus tradiciones es la utilización de la sauna en su vida cotidiana. Resulta ser que para ellos es un lugar importante para compartir en familia. Todo edificio tiene una por planta o por apartamento, y no hay casa que no la posea.
El guía nos comentaba que en algún momento del día los chicos de cada familia, y las chicas de la familia se van en grupo al sauna como rutina. Los que tienen casas en el campo, suelen tenerlas cerca de lagos, hay mucho verde y agua a las afueras, tienen la sauna cerca para al salir de ella lanzarse directo al lago, sea la estación del año que sea! Que ricooooo!
Bueno, allá arriba lo que hace casi siempre es frío jajaja!
Llegando a Porvoo lo que hicimos fue suspirar, es un pueblo de cuento! Todo en madera y colores pasteles, lleno de casitas, puestos, tienditas y cafeterías monas, su Plaza Mayor parece un set de rodaje de una peli, una pasada! De lo más acogedor que he visto en mi vida.
Tuvimos una hora para recorrerlo y disfrutar de cada lugar. La juguetería me enamoró! Los juguetes hechos en madera, casas de muñecas, divino!
No quiero ser repetitiva pero es que no tengo más palabras para definir tantas cosas y lugares especiales y mágicos que pude conocer en este viaje :)Regresamos al barco con el corazón más que contento y volvimos a Madrid con el alma más que llena!
De lo que captaron nuestros ojos y mi cámara ni hablar....
Nos costó el momento de la despedida, de cada persona que conocimos, de cada persona con la que compartimos momentos inolvidables, tanto cruceristas como personal del barco....de los mejores viajes de mi vida por tanto! Así, yendo al aeropuerto de Helsinki y tomando nuestro avión de vuelta a casa más que felices terminó nuestra gran e inolvidable aventura por esos países únicos y en nuestro fabuloso Crucero el "Grand Voyager" de Iberocruceros :D
O.C.
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